miércoles, 20 de marzo de 2013

                                                    ¿ Qué pasaría si...
                ...  el salami cortara?
Noelia Vargas


Era un salami muy chulo, su papel era rojo con nudos a los dos lados, el código de barras brillante y su pegatina informativa con la marca y la fecha de caducidad.
Un día el salami se cansó de estar siempre en el mismo lugar y viendo cómo se llevaban a sus compañeros al carro de la muerte. Aquel día de verano los pájaros cantaban y la gente sudorosa no paraba de manosearlo. Al cerrar el super, el salami se escapó de su frigorífico-mostrador, se fue a las cajas registradoras: allí había un cuchillo jamonero y un cúter azul y amarillo. Cogió el cuchillo jamonero y volvió al frigorífico-mostrador hasta el día siguiente. Abrieron el super a las 09.00 y empezó a entrar gente, pero no duraron mucho. Cada vez que lo tocaban, el salami les cortaba las dos manos. Estuvieron así una semana, hasta que la cajera Rodolfa se dio cuenta. Entró por la noche al super y pilló al salami dormido. Cogió un hacha y lo partió en dos, pero... seguía vivo. Así que aplicó el plan B: lo cogió con unas tenazas y lo llevó a la trituradora de residuos orgánicos. El pobre salami murió y se convirtió en comida para perros.